Hola,
¿Sabías que, en México, hay más de 15,000 pizzerías compitiendo? Y que, en 2006, Little Caesars se destacó al expandirse por todo el país convirtiéndose en la favorita, a pesar de la competencia de marcas reconocidas ya establecidas
|
¿Interesante, verdad? Sin embargo, este texto no trata sobre la historia de L.C.
Sino sobre la historia de DOGMA, un proyecto nacido de mi pasión por las mascotas, los negocios y la comida. Crecí amando a los animales; hija de veterinario, rodeada de diferentes mascotas desde chiquita: conejos, patos, borregos, pollos, puerquitos, hasta iguanas y tarántulas(porque mi hermano era algo más exótico)…y por supuesto gatos y perros… y descubrí cómo estos peludos alegraban mis días; Mi perrita se convirtió en mi compañera de vida y aventuras. Así que cuando decido dar el paso de crear algo no había duda de que tenía que hacer algo para regresar un poco de lo mucho que estos seres nos brindan.
Así que aprovechando el conocimiento y experiencia que ya había en casa, porque si no lo mencione, mi padre no era solo un veterinario, sino es, un reconocido veterinario involucrado por muchos años en la industria del desarrollo y nutrición de las mascotas. Juntos, y con un equipo de expertos, desarrollamos las croquetas DOGMA FOR ALL. Con el objetivo de que no fuera "otra croqueta más del mercado". Buscamos ser la 'pizza favorita' de tu peludo, ese 'café' diario que anhela cada mañana. Con ese objetivo claro, logramos incorporar todas las vitaminas y nutrientes esenciales que tu mascota necesita con un delicioso y irresistible sabor."
Así que espero tu firulais se sume a nuestra historia de DOGMA y empiecen a disfrutar de una excelente nutrición que les permitirá seguir compartiendo aventuras juntos.
Ahhh y permíteme presentarme. Como mencioné, esta historia es sobre DOGMA, pero es esencial que sepan que detrás de cada croqueta, de cada empaque hay una persona con amor por los animales, creándola y mejorando siempre para brindarles a nuestros mejores amigos la nutrición y sabor que necesitan.
Con cariño,
Ale de DOGMA